lunes, 23 de marzo de 2009

Llamada

No lo sé, simplemente me nació. Iba saliendo de la fiesta, y dije, porqué no. Tomé el teléfono y le puse “send”. Fue algo simplemente impulsivo, mientras daba el tono, pensaba qué le iba a decir, había pensado decirle al contestar, que si quería hablar un rato. Estaba nerviosa, por un segundo creo que sentí mariposas en el estomago.

Un momento después, se escucho su voz, sonaba extrañado, ¿bueno? Como si fuera falso que estuviera marcándole. En cuanto lo escuche, me di cuenta de lo estúpido que había sido estar nerviosa. Simplemente lo salude. Su voz se normalizó en cuestión de segundos.

Parecía que no había pasado ni una semana desde la última vez que habíamos hablado. Era extraño por lo normal que se sentía, hablaba como si nunca se hubiera ido. Hablamos por horas y horas, hablamos de todo. Yo lo disfruté y me reí como solía hacerlo. Me sorprendió en algún momento diciéndome que me fuera con él. Que chistoso es el mundo, desde el 3 de agosto que no hablaba por teléfono con él. Y creo que podía contar con los dedos de una mano las veces que habíamos hablado.

Cuando colgué, pensé; qué voy a hacer, voy a hablarle mañana, o simplemente volveré a mis respuestas monosílabas en el MSN, pero aún no lo sé. Qué haré. Que vuelva a ser parte de mi vida hasta que me vuelva a sacar a patadas, o simplemente agradezco las 4 horas de llamada y no vuelvo a hacerlo.

Creo que no le voy a volver a marcar. Creo que no voy a volver a ser monosílaba, me da curiosidad, pensará sobre esto. O simplemente fue una llamada equis como las que recibe diario. Será que la próxima vez yo voy a ser la que conteste ¿bueno? Con sorprendida, porque no esperaba una llamada suya. La vida… a que vida.

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