miércoles, 25 de marzo de 2009

Contesté

Estaba en el lecho de mi perra. Estaban a punto de decirme si se iba a morir. Escuche la música de Chopin. Hace sólo 4 días, después de hablarle decidí que quería cambiar su tono. Pensé que no me iba a hablar, pero tenía la remota esperanza. Así que en un momento de ocio, abrí el celular y cambie su tono.

Me quedé parada viendo fijamente un punto, las tres personas que estaban conmigo escucharon la música y sabían que era mi celular, porque el sonido estaba ahí, pero, no sabían y no entendían porqué no contestaba y porqué reaccionaba de esa manera.

Finalmente dirigí mi mano a la bolsa de mis shorts. Tomé el teléfono e incrédula, lo abrí. En efecto, era él. Contesté.

Así que si pensó en hablarme y probablemente lo vuelva a hacer, seguramente no será tan emocionante como hoy, pero será tan grata con la llamada de hoy.

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