domingo, 4 de septiembre de 2011

A month after

Ya pasó un mes. Pensé que costaría más olvidarlo, me dolió mucho, pero los días y las horas pasan y yo sigo aquí y no me robó la felicidad al contrario me hizo madurar y darme cuenta de muchas cosas, me mostró la entrada al camino de la felicidad.

La primera reacción fue justificarlo, después enojarme, pero sé que no soy capaz de mantenerme enojada por mucho tiempo. Así que lo siguiente fue un sentimiento de decepción, estaba totalmente decepcionada, me sentí traicionada. Después fue tristeza, y más decepción, pasaban los días y no podía quitarmelo de la cabeza.

Al abrir los ojos en la mañana, el primer pensamiento que me venía a la cabeza era: "Él ya no me quiere", ahora cada que pienso en él, rezo un poco, para que sea un hombre muy feliz porque todos merecemos eso, pero aún así es inevitable darme cuenta, que no quiere estar conmigo, porque su ausencia se siente y se siente mucho.

Es tan difícil encontrar a alguien que te quiera, pero una vez que lo encuentras puede ser tan fácil tener la felicidad en las manos. Pero se requiere valor, para hacer caso al corazón. Al final puede ser que no me quería y eso me duele. 

Cada que pienso en él, siento que se llevó un poco de mi corazón, un pedazo, lo que alcancé a darle, a mostrarle, a compartirle. Pero al mismo tiempo sé que también hizo que mi corazón se reanimara, que por momentos fuese tan veloz como Speddy González, me dejé llevar y no me arrepiento, soñé, soñé con él y al abrir los ojos en la mañana, me di cuenta que al final si era un sueño, uno muy bonito. 

La vida sigue y sé que todo irá muy bien, y sé que tardará un poco más en sanar esta herida que aún está reciente. Y sé que la cicatriz se quedará de por vida, y será una marca más, un testimonio... así es la vida y por lo pronto, como dice en la película de Meet Joe Black, "Stay Open... who knows.... lightning could strike.

No hay comentarios:

Publicar un comentario