Cáncer. Esa palabra era poco escuchada hace unos años. Hoy está presente y se lleva a todo el que se deje. Hace 3 meses que murió. Murió de cáncer, hace 8 meses estaba rozagante.
De pequeña no la traté mucho, pero cuando empecé a crecer se volvió inevitablemente en un ejemplo a seguir, tantas cosas que me impresionaban de ella, elegante, fina, atenta y generosa. Había momentos que parecía sargento porque era estricta. Súper guapa, a sus 52 era un modelo a seguir.
Siempre pensando en los demás, siempre atenta a mis problemas, en verdad me duele mucho, porque sé que no la volveré a ver, pero hay veces que me la imaginó diciendo contundentemente, ¡Ese hombre no vale la pena! ¡Qué bien te ves hoy! Le agradezco enormemente que me hizo querer ser mucho más, me hizo darme cuenta de muchas cosas que yo pensaba que eran sin valor y no.
Esta mañana me desperté y vi una foto suya en la pared. Y aunque me duele, me hizo sonreír esta mañana, cuando me acordé de sus chistes tan peculiares, difíciles de entender por su simplicidad. Estará siempre en mi corazón y cada vez que me arregle para salir y cada vez que conozca a un hombre me acordaré de ella.
Se la llevó el cáncer en sólo 6 meses. Cuando nos dio la noticia estábamos optimistas, pensando que lo lograría. Cuando estaba en el hospital dándole de comer porque no podía hacerlo por ella misma, fue una realidad y después ya no estaba. Sé que la volveré a ver, pronto y eso me reconforta. Mientras tanto, sé que tengo un ángel que reza siempre por mí
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