lunes, 19 de noviembre de 2012

Libertad

Así es. Tengo una agradable y extraña sensación de libertad. A lo mejor es el ultimo post sobre el mismo tema, por ahora.

Tengo buena conversación, o al menos eso decía y era la justificación para hablar.  No creo que tenga buena conversación, generalmente suelo ser muy pesada con mis platicas, me cuesta trabajo hablar de cosas triviales, siempre quiero ver algo un poco más allá. Soy francamente mala escribiendo (si no lo creen, pueden leer otras entradas para comprobarlo) pero disfruto haciéndolo. 

Pero esta semana, no fui yo la que puso fin a la relación, no fui yo la que no quiso hablar, fue él. Si, digo que es la última entrada de este tipo, porque el desenlace siempre es divertido.

Hace unas cuantas entradas, escribí algo de la esperanza... siempre tenía la esperanza de que algún día estuviera fuera de mi casa y que íbamos a arreglar el mundo y volveríamos a ser felices como hace un tiempo. 

Y dije que algún día la esperanza iba a morir, y el domingo pasado murió. Es chistoso, porque de sábado a domingo, soñé que terminaba. Y solo pasaron 24 horas cuando supe que ya no había esperanza.

Podría estar triste, debo confesar que al principio estuve triste (unas cuantas horas), nunca es bueno que las esperanzas mueran, pero murieron y sentí libertad: por primera vez en dos años me sentí libre.

Algún día contaré la historia completa, y me voy a reír mucho, pero durante dos años tuve esperanzas, que todo iba a pasar increíblemente, y nunca pasaba y solo tenía pequeños instantes de grandeza, pero al final todo terminaba mal, sistemáticamente, pero siempre volvía a ser bueno, entonces me amarraba, me mantenía y la esperanza nunca moría. 

Ya no hay dudas, ahora solo certezas... él decidió estar con otra persona, a la que sí quiere, y eso aparte de hacerme feliz, me da la enorme sensación de libertad. Así que, I'm out again.

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