Impactante, eso se queda corto con la idea de tener hijos. Crear, de la "nada", o más bien del fruto del amor, una persona totalmente nueva, que en algún momento, será como yo soy ahora, una persona adulta, con nuevas dudas, con pensamientos propios, con gustos y carácter, con sueños.
Para nosotros, es natural ser hijos de alguien, pero pensar en tener un hijo es algo que me abruma. Ser capaces, compartir esa fuerza creadora, tener esa capacidad creadora. Y cuando los hijos son el resultado del amor de dos personas, abruma aún más.
Cuando pienso en mí, visto desde fuera, me doy cuenta de todo lo que implica "ser" y realmente es algo complejo, porque mis sentimientos, mis pensamientos, mis gustos, mis deseos, mis sueños, hacen una estructura que a fin de cuentas es la persona que está destrozando el teclado escribiendo esta entrada y sé la complejidad que eso implica.
Y pienso que de alguna manera tengo la "capacidad" de por mi amor, en algún momento dar vida a alguien que en 30 años o menos tendrá mi edad. Pfff.
Es un reto, porque cuando son pequeños, son desveladas, sonrisas, diversión, pañales... conforme crecemos, vamos transformando la vida de nuestros padres, y ellos la nuestra. Somos una parte de ellos, y por que ellos quisieron, ahora tenemos vida. Yo tengo la fortuna de tener una familia espectacular, pero aún teniendo una vida difícil, a fin de cuentas, tenemos vida tenemos oportunidad de hacer con ella un gran hito, o de pasar desapercibidos.
Cuando me imagino de madre, realmente me dan escalofríos, cuando imagino todo lo que puede pasar, como pueden ser, lo que puedo dar... sobrepasa mi capacidad. Quién soy como para tener esa enorme capacidad creadora. Por que cada persona es la razón de existir de otra, y seguro los hijos somos esa razón de existir de nuestros padres.
Ser hijos es algo con lo que nacemos, pero ser padres es algo que implica demasiado, compromiso, amor, generosidad, y no puedo más que admirar enormemente ese enorme Don y dar gracias a Dios.
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