Después de todo ahora puedo decir... gracias a Dios que me hizo sentir tan mal... gracias a Dios que me hizo sentir tan tonta... gracias a Dios que podré olvidarlo... gracias a Dios que su ofensa fue mayor que mi amor.
No permitiré que me arruine la vida las veces que quiera... no permitiré que me vuelva a ofender, no permitiré que se vuelva a acercar... no me permitiré volver a sentir algo por él...
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